Iglesia Apostólica Profética Luz de María
PATRIARCADO JUANINO OCCIDENTAL
Iglesia Apostólica Profética Luz de María
PATRIARCADO JUANINO OCCIDENTAL
La Iglesia en Brasil tuvo su inicio en el año de 2000 cuando el superior de la sencilla y profundamente iluminada Iglesia Juanina en la región de Fez, en Marrueco, consiente la venida de la pureza apostolical por el corazón del Sacerdote y misionario Abba Shimoda para que fructificase la fuerza del Evangelio de Nuestro Señor Jesús Cristo tal cual fue heredada y preservada desde nuestro Amado Apóstol Juan Evangelista.
Este é o fruto de uma missão que há cerca dezesseis partiu da região de Fez, no Marrocos, atravessou o oceano e firmou raízes na cidade de Registro, no vale do Ribeira ao sul do Estado de São Paulo.
Bendita misión delegada a un hijo de Dios natural de esta ciudad, el Abba Marcelo Shimoda, al cual el Padre Celestial condujo hasta el Viejo Mundo para cosechar la semilla de la Santa Luz y diseminarla en las tierras del Novo Mundo.
Siendo ordenado en 2000 por la sucesión apostólica de San Juan Evangelista, el Abba Shimoda regreso a su tierra natal e inicio el sembradío.
Profundo estudioso y conocedor de las lenguas originales del Evangelio, procura divulgar las verdades traídas por el Maestro Jesús a la luz del Monoteísmo Histórico Cristiano, rompiendo con las distorsiones imperiales, que ocurrieron por intereses políticos, sin haber sido dada la debida importancia al contenido salvífico de la Revelación traída por el Cristo de Dios.
Después de Pentecostés, cada Apóstol camino sobre la Tierra llevando las Enseñanzas del Maestro Jesús y curaban en su nombre. Por donde pasaban hablaban del Resucitado, del amado Maestro que Abrió para la humanidad la Puerta para el Cielo, por la práctica de sus enseñanzas salvíficas.
Caminaron formando núcleos Cristianos, curando y platicando sobre la Luz que vino al mundo.
Jesús consintió a sus apóstolos, el derecho al anuncio de la Palabra, de la liberación y de la cura. Esta consagración es llamada de sucesión apostólica.
Citación del Evangelio: Marcos cap. 16; 18
La Santa Luz no es apenas una aplicación energética. La Santa Luz es distinta a cualquier forma de energía diseminada que exista hasta hoy. Ella está en una clase diferente, por lo que es pura y espiritual. No depende o consume la energía física u orgánica de quien la aplica, pero simplemente se utiliza del Portador de la Luz por Misericordia de Dios para que sus hijos ejerzan la máxima de Amarlo sobre todas las cosas y al próximo como a sí mismo. La Santa Luz solo fue utilizada en el pasado hasta 70 D.C. Después esta fecha, la Santa Luz fue recogida y volvió a ser entregue solamente en los tiempos actuales (tubo inicio en 1970).
La Santa Luz es la manifestación primera del cristianismo y de la Misericordia de Dios.
¡Ella es el Vehículo de la Misericordia de Dios por todos nosotros!
Toda aplicación de la Santa Luz es una plegaria. Toda plegaria, es una real voluntad de unirse al Creador.
Son las palabras de Jesús, el Cristo de Deus.
La Santa Luz es una oportunidad, una herramienta primero dada a los Apóstolos por el Maestro Jesús. Y de cada Apóstol fue siendo transmitida a sus Obispos y de ellos a los Sacerdotes de su linaje, por sucesión apostólica.
La Santa Luz se revela de la promesa de Nuestra Madre María Santísima, de que nos daría un instrumento para que pudiéramos elevar nuestro ser y juntos elevar nuestros hermanos. Ella desempeña un papel fundamental en el sentido de limpiar los cuerpos, físico y mental-espiritual.
En las palabras del responsable por el Departamento de Asuntos Religiosos del Patriarcado Juanino Occidental en Brasil, Abba Marcelo Shimoda:
"La Santa Luz es el vehículo de la Misericordia de Dios por todos nosotros. Es la propia Gracia concedida por el Creador en este pequeño espacio de tiempo, que es llamado de Tiempo de la Gracia y Misericordia, tiempo este que antecede el juzgamiento de Evolución del Plano Colectivo".
El objetivo de la Santa Luz es eliminar las manchas karmicas del hombre. La Santa Luz trabaja la parte más íntima del ser humano, la parte más intrínseca, logrando estancar el dolor del alma, estancar el dolor del espíritu y no solamente el dolor puramente material.
Todos los hermanos que sientan este deseo en su corazón. La Santa Luz no puede ser ofrecida. Sin embargo, ella tiene que ser pedida.
Su acción es inmediata. Ella tiene la capacidad de proveer y regenerar. Toda vía, la Santa Luz solo va a actuar en el momento en que ¡usted permita que ella actué! ¡Ella trae la Misericordia y el Auxilio!
Aquel que aplica la Santa Luz (puede ser llamado de Portador de la Santa Luz) tiene consciencia de que esta proviene del Alto, de que no es suya, y que tan poco utiliza de su energía para que se manifieste. El portador de la Santa Luz es apenas instrumento de la Voluntad de Dios, como si fuera una buena manguera que conduce el agua viva.
Por lo tanto, aquel que aplica la Santa Luz tiene por deber limpiarse constantemente en el rio de las oraciones y en la práctica del Evangelio Vivo del Maestro Amado.
¡NO! ¡DIOS ES QUIÉN CURA!
Ellos auxilian por Amor a nuestros hermanos, mas no tienen el mérito en la Acción de la Santa Luz. Es la Luz de la Creación, Ella Actúa por la Inteligencia Divina.
Es como si la manguera se vanagloriara por el agua que pasa por ella, olvidando que por detrás de la manguera hay un reservatorio gigante. La manguera simplemente sirve para el pasaje del agua canalizada; o sea: el agua podría salir por determinados puntos, mas la manguera sirve para conducir el agua al local deseado.
El agua que pasa por las mangueras viene de una sola fuente, que es Dios.
La Madre Santísima podría asperger la Santa Luz sobre toda la humanidad, mas por misericordia Ella nos permite también aplicar la Santa Luz, participar de esta obra de forma que también se obtenga el beneficio de ella.